Iba rumbo a Santiago, y David también. Iba a trabajar y David también. Estaba recién enamorada y David recién embarcado en el altar. Su novia "Ojos Verdes" lo dejo plantado en el altar, la nena ni se presento. Evidente tenia otro. Y David pensó que con amarla bastaba. A mi me dejo la conexión rumbo a Santiago de Chile y a David también. Conclusión, a ambos nos unió el destino en un aeropuerto de sur américa, consecuencia decidimos vivir juntos la tragedia de no llegar ambos a ninguno de nuestros destinos incompatibles y de plano separados. Eso no nos detuvo, tampoco le oí esa tragedia pre matrimonial que mas que gustarme me aburría...así que consona con mi naturaleza practica propuse unir cuatro días y tres noches de dos perfectos desconocidos. Ese era el tiempo para conocernos, reconocernos, gustarnos, rechazarnos, y el pacto se firmo con condiciones. No mail no números de teléfono, no direcciones, no datos biográficos. No había quinto día, así lo vivimos....y acordamos hacerlo imborrable e irrepetible. No supe de el y el no supo de mi. Ninguno llego a Santiago.
Pero por aquello de la curiosidad y la cosa cibernetica después de largos siete años, me ubico, me escribió, pero no para saber de mi, me escribió para que yo supiera quien era a través de el. Jamas conteste...no era necesario...de David (no supe si esa era su nombre real) me quedo algo imborrable...
Fui la reina de la noche que puse el mundo a mis pies....y David tambien
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