En alguna parte leí, que todos pueden vivir una vida, pero pocos pueden vivir una historia...en este caso no viví la vida de Alicia, ni siquiera supe de sus gustos, ni disgustos, de sus aventuras ni desventuras, solamente tuvimos cosas en común, compartidas en momentos distintos y con circunstancias distintas, aun así fueron comunes. Nos casamos con el mismo hombre, ese mismo hombre fue el padre de mis tres únicos hijos, y de su única hija...nos unió el amor que se tienen desde niños nuestros hijos y hoy día nuestros nietos. No fuimos amigas, no fuimos enemigas. Sin tomarnos un café, sin compartir nada en persona, hoy me toca despedir a Alicia...se fue de este plano un día como hoy...bien soleado, bien complicado.
Las lagrimas en este escrito, es porque jamas nos dijimos ni una palabra, ni un hola, la verdad ni yo lo necesitaba y ella menos, hoy me toca en unión de mis hijos, a los que quiso mucho y recibió con los brazos abiertos, decirle adiós y darle las gracias por amar a mis hijos y nietos. Gracias a ella, hoy nació esta historia que comparto, con lagrimas en los ojos con Uds y que dedico a la memoria de ella....ALICIA...
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