Hace poco me invitaron a tomarme un café, la cosa es que la muy amable amiga me advirtió que ella deseaba contarme sus aciertos y desaciertos, para que yo las convirtiera en relatos de vida, igualmente me dijo que seguramente se extendería hasta horas de la madrugada, cosa que no me extraña, en mujeres que son poco escuchadas, no por otros, sino por ellas mismas. Este gesto me halago mucho, pero aun no lo concreto. Así como esa invitación, he tenido unas tantas otras, en plena época navideña, yo diría que mas de las que puedo procesar. Sin embargo, de todas, una me resulto bastante conmovedora, y no la acepte voluntariamente, solamente me hicieron participar de ella. Es una invitación, que ni la misma promotora de tal evento se da cuenta que es solo un ejercicio de vida, al menos para mi. Existe otra amiga, que se invito sola, porque según ella posee un alma noble y considera piadoso prestar apoyo y ser solicita. Como ven estimadas lectoras, las invitaciones mas que depender de uno mismo, reflejan las necesidades de otros. Pocas veces están ligadas a mis propias necesidades, es mas yo diría que ninguna de mis amigas las atiende mucho, solamente quieren ser atendidas por otro...Eso tiene varias lecturas...soledad, miedo, ansiedad, deseo de compartir cosas, o como dice otra de las invitadas...soy solo el espejo en donde reflejan sus propias necesidades...y Uds invitan o son invitadas?
También hicieron de una anécdota de vida mía una historia de amor, con el príncipe importado, la suegra británica, y el hijito teen un ser adoptivo para mi mundo...guao que duro es oír
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